Este es un museo etnológico, que recoge la vida tradicional de las gentes de estas montañas. Una existencia dura, condicionada por un medio y un clima hostil a los que tuvieron que adaptarse para poder subsistir.
La unidad básica de la sociedad era la casa que tendía, en la medida de lo posible, a la autosuficiencia. Casi todas las necesidades las tenían que solventar ellos: desde el pan, la ropa, la alimentación, los materiales de construcción, los remedios medicinales…¡hasta los juguetes de los niños se hacían con elementos que encontraban en su entorno!.
Pues bien, de todos estos temas van a encontrar piezas en este magnífico museo. Piezas poco “estéticas” pero no por ello deben de ser infravaloradas porque han sido urdidas desde la limitación pero con un gran ingenio.
Este museo se encuentra en casa Batanero, un ejemplo de arquitectura tradicional y elemento diferenciador con otros museos etnológicos ya que las piezas están ubicadas en su lugar natural.
Dentro de la misma sobresale el hogar, la esencia de la casa, con su magnífica chimenea y “espantabrujas”, el lugar donde se hacían patentes las jerarquías (amos, heredero, “tiones”) y donde se transmitía, en las largas noches de invierno, una buena parte de la cultura tradicional.
Un gran museo que merece la pena visitar para conocer una etapa de nuestra historia que, debido a los cambios tan bruscos y rápidos que han tenido lugar, desconocen los más jóvenes.
El museo está emplazado en un lugar estratégico, muy próximo a localidades de gran belleza natural y cultural. Para aprovechar el día después de visitar el museo, hay dos rutas:
1.- A 9 kms del museo encontrarán el pueblo de Larrede donde podrán visitar: su iglesia, paradigma dentro de la ruta de “Las Iglesias de Serrablo” (un interesante conjunto de edificios que para algunos estudiosos son de época mozárabe y para otros, del primer románico.
En esta pequeña localidad también podrán ascender a la “torraza”, torre medieval defensiva, y visitar la hermosa ermita de San Juan de Busa.
Y ya para coger fuerzas, el merendero de Oliván (a escasos kilómetros), un lugar tranquilo y amplio donde los chic@s podrán jugar a sus anchas.
2.- Museo de Serrablo- Dolmen de Santa Elena (a 15 Kms del museo)
A pocos kilómetros de Biescas, muy cerca del camino que asciende hacia la ermita de Santa Elena, encontramos el dolmen del mismo nombre. Un bello paraje donde pasar un rato agradable de convivencia. También podrán contemplar el fortín de Santa Elena (época de Felipe II) y “Bunkers” de la postguerra pertenecientes a la línea P.
Datos de interés:
Museo “Ángel Orensanz y de Artes de Serrablo”
C/ San Nicolás s/n
22609 El Puente de Sabiñánigo
Precio de la visita libre para grupo: 1€ y de la visita guiada, 2€ por persona.
